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La expedición submarina del CONICET que es furor en el país

En los últimos días, una proyecto científico captó la atención de los argentinos como nunca antes pasó. Se trata de Talud Continental IV o Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon, una expedición acuática hacia el Cañón Submarino de Mar del Plata, ubicado a 300 kilómetros de la ciudad costera. El objetivo es identificar especies del ecosistema que no han sido investigadas nunca.

El proyecto es fruto de una alianza entre el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y la fundación Schmidt Ocean Institute. Se optó por explorar esta región, ya que confluyen la corriente cálida del Brasil y la corriente fría de Malvinas, generando una frontera biogeográfica de alta biodiversidad y riqueza biomarina poco conocida.

Lo interesante es que la expedición transmite en vivo desde el fondo marino a través del canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute. Las inmersiones suelen ser visibles cada mañana, con miles de espectadores sintonizando diariamente, llegando en picos a más de 30 000 personas, mientras los investigadores narran los hechos que van sucediendo en tiempo real.

A bordo del moderno buque de investigación Falkor too, la tripulación de científicos, biólogos y expertos en tecnología se sumerge a más de 3500 metros de profundidad, para observar fauna y flora de lo que muy poco se sabe. Se despliegan equipos de última generación para investigación marina para extraer muestras de estas especies.

El Cañón Sumbarino de Mar Del Plata

Esta región, cubierta de paredes rocosas y con una enorme corriente, ya fue explorada parcialmente por expediciones anteriores (Talud I, II y III) en los años 2012 y 2013, que emplearon artes de pesca para descubrir decenas de especies nuevas. Pero, hasta ahora, no se había podido obtener una observación visual en su hábitat real.

El agua en estas profundidades, tiene una temperatura promedio de 1°C, y el alimento no abunda, por lo cual solo los animales más aptos pueden sobrevivir bajo estas condiciones. Entre las escenas más virales, se vieron hallazgos sorprendentes como rayas de aguas profundas, esponjas carnívoras, estrellas de mar y peces de brillantes colores.

“Apenas estamos empezando y ya vemos cosas increíbles: animales que nunca se habían registrado en esta zona, paisajes submarinos que parecen de otro planeta, y comportamientos que sorprenden hasta a los científicos más experimentados” comenta Daniel Lauretta, investigador del CONICET y jefe Científico de la expedición.

“Todo allá abajo es extremo: la presión es altísima, hace mucho frío, y no hay luz. Pero además de los desafíos técnicos para llegar, grabar y tomar muestras, hay otro desafío más grande todavía: entender lo que vemos. A veces encontramos organismos que nadie había visto antes, o interacciones que no sabemos cómo explicar. Es como estar explorando otro planeta, pero debajo del agua. Y lo más emocionante es que, en cada inmersión, hay algo nuevo por descubrir”. continuó.

También, el equipo hizo mención a los desechos de contaminación que pudieron observar, incluso en esas profundidades: “La campaña aborda la exploración de hábitats marinos vulnerables detectando los impactos humanos, incluyendo basura marina y microplásticos, la biodiversidad bentónica (invertebrados y peces), la reproducción y biogeografía de especies profundas, el ADN ambiental, el carbono azul y dinámica de sedimentos”.

La importancia de la investigación

Esta expedición marca un salto tecnológico en las investigaciones marinas argentinas, al sustituir redes de pesca tradicionales por observaciones in situ con tecnología de punta. Permite generar datos esenciales para conservación marina, manejo sostenible, y protección de ecosistemas poco conocidos.

Además, la transmisión en vivo se convierte también en una herramienta educativa y de divulgación, involucrando a estudiante y al público en general. Conexiones en vivo con chicos permitieron fomentar su interés ambiental.

“Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros, es una oportunidad única. De repente, la ciencia deja de ser algo lejano o inaccesible, y se vuelve parte del día a día” Concluyó Lauretta.

La innovadora expedición marca un hito sin precedentes en el avance de la ciencia argentina: Hasta el momento, se relevaron más de 200 especies, muchas de ellas nunca antes registradas vivas en su ambiente natural. Lo paradójico es que esto sucede en medio del desfinanciamiento por parte del estado de organismos científicos como el CONICET.

“El proyecto lo ganamos por concurso, con nuestros antecedentes. El buque y parte del operativo los financia Schmidt Ocean Institute, pero el Estado argentino nos cortó todos los subsidios desde fines de 2023. Incluso devolvieron fondos ya aprobados del BID. Dependemos de fondos externos, que no son fáciles de conseguir” denunció el biólogo Gregorio Bigatti.

«Estamos perdiendo generaciones. Muchos colegas ya se fueron o están por irse. El país invirtió años en formarnos, y cada investigador que se va es un capital perdido. Este grupo, por ejemplo, incluye tres generaciones: mis directores, mis colegas, nuestros becarios. Ya estamos teniendo problemas serios para sostenerlo” continuó.

Solo podemos proteger lo que conocemos. En una era donde peligran prácticamente todos los ecosistemas del mundo debido a la contaminación y al impacto de la sociedad humana en la naturaleza, proyectos como la Expedición Talud Continental IV, significan un respiro y una chispa de esperanza para la conservación de la biodiversidad.