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¿Qué pasa con la Ley de Humedales?

Por Angeles Rempel

A casi un año de su aprobación en la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados el proyecto de ley de humedales no obtiene media sanción. Para entender por qué no avanza conversamos con Julián Monkes, Licenciado en Ciencias Ambientales (UBA) quién integró la mesa de asesoramiento del proyecto de ley de Leonardo Grosso.

“Actualmente hay un proyecto de ley aprobado por la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados. Esto de por sí ya es importante ya que el año pasado hubo 14 proyectos en total, entonces haber tenido un proceso de discusión fuerte para unificarlo no es un paso menor.” comenta Monkes. El licenciado explica que ahora al proyecto le queda circular por 4 comisiones más de la Cámara de Diputados que poseen competencia en esta temática: Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios; Agricultura y Ganadería; Legislación Penal y Presupuesto y Hacienda.

Julián comenta: “Una vez que pase por todas esas comisiones recién ahí va a llegar el momento de votarla en el recinto, es decir a la sesión plenaria de la Cámara de Diputados para aprobarse. Y una vez que eso pase tiene que hacer el mismo recorrido por la Cámara de Senadores”. Es por ello que las organizaciones de la sociedad civil están pidiendo que se lleve a cabo una sesión de comisiones conjunta para acelerar el proceso. “Esto se puede hacer y es totalmente legal. Los presidentes de todas las comisiones tienen que dar su apoyo y sesionar conjuntamente, es decir, las 4 comisiones por las cuales tiene que pasar el proyecto de ley se juntan en una única reunión y discuten todos juntos/as para agilizar el debate.”

Una caravana de kayakistas remó desde Rosario para pedirle al Congreso que acelere el debate por la Ley de Humedales

¿Corre riesgo el proyecto de ley?

Efectivamente corre riesgo de perder estado parlamentario si no se trata antes de fin de año” afirma Monkes. Cuando los proyectos de ley poseen media sanción tienen una duración de dos años para ser aprobados por la Cámara restante, pero cuando un proyecto se encuentra en la Cámara Baja y es solamente aprobado por una Comisión el tiempo se reduce a un año. Es por eso que los procesos deben agilizarse.

¿Ya ocurrió antes?

La Ley de Humedales ya fue debatida en el Congreso en años anteriores. Tanto en el 2013 como en el 2016 se logró la media sanción del Senado, pero no hubo avances en Diputados. En la divulgación de este proceso histórico Monkes cumplió un rol importante al compartir los resultados de su tesis de grado. La misma estudió el devenir de los proyectos de ley desde el año 2010 hasta el 2017. “Como veía que mucha gente recién llegaba a este debate producto de las imágenes catastróficas producidas en el 2020, me parece que haber comunicado todo lo que ya había sucedido sirvió para no arrancar de cero. Que fue un poco lo que pasó en 2016 donde si bien se copió el proyecto de 2013, en el debate público fue como empezar de nuevo porque no hubo un hilo de continuidad.”

Monkes es Licenciado en Ciencias Ambientales de la FAUBA y estudia hace años el devenir del proyecto de ley de humedales en Argentina. En la imagen su participación activa en la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano.

Así fue como terminó siendo convocado por el Diputado Leonardo Grosso para participar de la comisión abierta de debate y posteriormente integrar junto con otros académicos la mesa de asesoramiento al proyecto que impulsaba el diputado.

¿Por qué no?

Con tantas horas de debate y discusión encima le preguntamos a Monkes cuáles cree que son las razones por las cuales la ley aun no fue sancionada: “Creo que si me preguntabas el año pasado te hubiera contestado los lobbies de las empresas mineras, los emprendimientos inmobiliarios y el sector del agro porque efectivamente sucedió eso. En 2013 el sector agropecuario ejerció mucha presión, en 2016 se sumaron fuerte los emprendimientos inmobiliarios y más secundariamente, pero con mucho poder el lobby minero atrás del litio.”

Sin embargo, él considera que actualmente el mayor problema es la falta de comunicación o mejor dicho de una ausencia de entendimiento entre las partes interesadas. Ya que resalta que las instancias de diálogo existieron y se vieron representados múltiples sectores: “hay algo que no se termina de entender. Ante la aparición de un proyecto de regulación ambiental, los sectores productivos siguen construyendo la idea de que la producción es opuesta o tiene una contradicción con el cuidado de ambiente. Y que una ley de conservación ambiental y de regulación de la producción, como es esta, va a tender a ir en desmedro de la productividad. Cosa que es medio difícil de sostenerlo considerando todas las leyes ambientales que hay en Argentina, que no se respetan o regulan tibiamente la producción.” comparte Monkes. Él afirma que en esas condiciones hay un punto de inicio para el dialogo sobre el cual no se puede empezar a construir una posición en común.

Una de las múltiples instancias de diálogo que tuvo el proyecto de Ley. El consejo de Rosario participó activamente.

Julián termina la entrevista comentando “No le cambiaría nada en concreto a la ley en sí. Creo que es un proyecto muy sólido, mucho más sólido que los años anteriores. Tiene contribuciones de muchos actores de diferentes sectores e incluso está negociado y discutido con la gente del sector productivo. Sin embargo, si le cambiaría algo al debate. Porque las políticas públicas no son solo la letra que queda escrita en el papel. Esa letra final que queda escrita cristaliza un proceso que también hace a la política pública: porque tiene instancias de negociación, de confrontación, de consenso (…) lo que falta es un ejercicio de convencimiento hacia otros actores de la vida pública como los movimientos sociales, organizaciones de la economía popular, de que incorporen esta agenda como parte de sus reivindicaciones.

Necesitamos que esta ley de regulación ambiental salga. A comienzos de este año, la Organización de las Naciones Unidas publicó un informe en el que advirtió la pérdida de cerca de 350 mil hectáreas solo en el ecosistema en el Delta del Paraná durante 2020. El momento de debatir esto es ahora.