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Ranita del zarzal, un anfibio trepador

La Rana del zarzal (Hyla pulchella o Hypsiboas pulchellus) mide entre 37 y 50 mm, la hembra es un poco mayor de tamaño.  La coloración tanto del macho como de la hembra en otoño e invierno es amarronada, luego el macho cambia su color de marrón castaño a un amarillo brillante, las hembras cambian de marrón grisáceo a un verde manzana conservando manchas negras a sus costados. Se cree que estos cambios de color refieren a la salud y edad del anuro, también hay posibilidad de que sean para impresionar a la pareja o atraer hembras.

La cabeza es corta y de contorno semicircular, con una membrana timpánica bien evidente y pliegue gular. Además, los machos poseen un saco vocal que funciona como caja de resonancia del canto nupcial. Las extremidades son delgadas, las delanteras son relativamente más cortas y terminan en cuatro dedos. Las traseras, más largas, se componen de muslo, pierna y pie terminado en cinco dedos; se hallan adaptadas para el salto. Las membranas interdigitales son poco desarrolladas y los dedos rematan en discos adhesivos que permiten trepar por superficies relativamente lisas.

Habita desde el Sur de Brasil, Paraguay, Uruguay, el Centro-Norte de Argentina hasta el sur de Buenos Aires y Norte de Río Negro.

La mayoría de los anfibios presentan bajos niveles de acciones extractivas, principalmente ocasionadas por temor, repulsión o por ser utilizados con fines curativos o místicos por ciertas culturas.

El mayor impacto sobre los anfibios reconocido por los especialistas es el ejercido por la pérdida irreversible del hábitat, que tuvo consecuencias graves en algunas especies, aún no es el caso de Hyla pulchella.