Por Juana D.D.
Con el mundial que se avecina a la vuelta de la esquina, las preocupaciones por el impacto ambiental incrementan. Sabiendo que es de los eventos más importantes del entretenimiento, va a ser el foco de todos los medios durante la duración entera y aun después de su finalización.
Qatar, siendo quien albergará este evento, y al mismo tiempo uno de los países más ricos del mundo, tomó en cuenta la perspectiva ambientalista y sustentable. El 30 de noviembre de 2021 se inauguró el Stadium 974, el primer estadio desmontable del mundo, hecho con contenedores que podrán ser reutilizados y material reciclado. Afirman que una vez terminado el evento, el estadio será desmantelado y sus contenedores serán utilizados para la creación de instalaciones deportivas en el país sede, así como también serán donados a países subdesarrollados.
El país arabe, obtuvo también la certificación ISO 2O121, una distinción internacional que establece los requisitos para desarrollar e implementar un evento sustentable.
El reciclaje de residuos, uniformes hechos de plásticos reciclados, prácticas de gestión de residuos y agua, y soluciones de bajas emisiones son otras de las propuestas para el Mundial de Qatar.
Pero ¿Es realmente posible ser sustentables a la hora de organizar este evento de tanta magnitud?.
. Qatar y la Fifa afirman que esta va a ser la primera Copa Mundial neutra en carbono, y que tratarán de compensar de alguna manera las emisiones que se produzcan durante el evento pero recientemente atletas, organismos deportivos, abogados y activistas se han unido para presentar una serie de quejas contra los falsos anuncios de dicha neutralidad de carbono.
Una investigación del Carbon Market Watch revela que “los cálculos utilizados para hacer que el evento parezca neutro en carbono ignoran algunas de las principales fuentes de emisiones, y los créditos que se están comprando actualmente para compensarlos tienen un bajo nivel de integridad ambiental, lo que significa que es poco probable que beneficien al clima”.
Por esto, llegó una carta abierta a la FIFA reclamando que retiren sus falsas afirmaciones de neutralidad de carbono y que asuman la responsabilidad de reducir las emisiones en primer lugar y solo utilice compensaciones como último recurso.
Así mismo, fue fácil tapar la otra cara de la organización de la copa, La FIFA plantea: “Ofreceremos una experiencia de torneo inclusiva de la Copa Mundial de la FIFA 2022™ que sea acogedora, segura y accesible para todos los participantes, asistentes y comunidades en Qatar y en todo el mundo”. y sin embargo, la inclusión y seguridad cuando se trata de los trabajadores para que la copa se lleve a cabo no ha sido prioridad.
El gobierno de Qatar dependió de la mano de obra extranjera para llevar a cabo distintas tareas para el Mundial de fútbol y la misma dirigencia del país, luego deportó a decenas de trabajadores inmigrantes, quienes fueron partícipes de una protesta masiva por falta de pago.
Desde Amnistía detallan que las protestas tienen sus fundamentos: muertes, lesiones y robo de salarios a trabajadores.
Por otra parte, derechos humanos básicos, también serán sancionados. Gianni Infantino, Presidente de la FIFA ha dejado un comunicado confuso ya que el gobierno de Qatar y el Comité Organizador del Mundial dejaron en claro que «Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión», a lo que la respuesta de Infantino fue controversial y poco clara ya que afirmó que la comunidad LGTBI “será bien bienvenida” pero que “tienen que respetar la cultura local”.
La organización y dirigentes de la copa mundial tomaron estas falsas posturas sustentables como cara del evento y los medios y la prensa aplaudieron esta falsedad. Mientras que detrás de este recurso de marketing se encuentra la verdadera cara de la copa del mundo.
