Por: Juana D. D.
¿Sabías que uno de los alimentos más presentes en nuestro día a día es considerado un superalimento? Hablamos del cacao. Aunque suene raro ya que el chocolate y preparaciones con él generalmente no se consideran buenos para la salud, el cacao en realidad contiene muchísimas propiedades que te sorprenderán, solo hay que saber cómo y qué cacao consumir.
Primero vamos a entender de dónde viene este superalimento y como se consumía. El cacao es de origen selvático, probablemente amazónico. Se piensa que los antiguos pobladores mesoamericanos, hace 5000 años, lo habrían encontrado y transportado hasta el actual territorio mexicano, donde surgió la palabra que le da nombre al mismo.
Hay distintas creencias sobre su nombre: La más factible debido al orden cronológico es la que proviene del maya “cacaoatl», derivado del maya clásico kakaw(a). La otra teoría es la procedente del azteca «cacahuatl» que, según la leyenda, el cacao era el árbol más bello del paraíso de los aztecas, que le atribuían múltiples virtudes, calmar el hambre y la sed, proporcionar la sabiduría universal y curar las enfermedades. En otras culturas también se usó como moneda.
Estas culturas usaban ceremonialmente este alimento y actualmente se sigue practicando este ritual, sobre todo en las regiones mexicanas. En la cosmología Maya, el «Espíritu del Cacao» es una de las deidades más poderosas le llamaban “Ku-Ku” que significa «Sagrado sobre lo sagrado». El cacao preparado según la receta secreta y acompañado con cantos de sanación chamánicos, es la puerta para realizar un viaje a nuestro interior y abrir el corazón.
En la ceremonia del cacao actual se hacen los rituales de canto, baile, escritura o diálogo y así las personas llegan a un estado de bienestar.
¿Cómo lo logran? En el cacao correctamente preparado hay un nivel elevado de Teobromina, un compuesto químico que produce las betas-endorfinas. Estas hormonas son las responsables directas de las sensaciones de tranquilidad, relajación y felicidad. Tiene un efecto estimulante en el sistema nervioso central.
Con el paso del tiempo, el cacao se globalizó y se fue utilizando para otras preparaciones como el chocolate, y cuando se industrializó pasó a ser un alimento no tan saludable que es como lo conocemos hoy. Al componente original se le comenzó a agregar leche, azúcares dañinos y a veces componentes químicos que hacen que pierda muchas de sus propiedades.
Pero el cacao puro, o el chocolate orgánico sin azúcar agregada presenta muchísimas propiedades que son excelentes para la salud:
- Un grano de cacao puro contiene una enorme cantidad de sustancias nutritivas, como proteínas (11,5%), almidones (7,5%), taninos (6%), agua (5%), sales y oligoelementos (2,6%), ácidos orgánicos (2%), teobromina (1,2%), cafeína (0,2%), entre otros.
- Provee los aminoácidos para la composición de la serotonina (troptófano) y como mencionamos antes, los efectos estimulantes que se vinculan a la felicidad por la Teobromina.
- Las semillas y hojas de cacao se emplean en la medicina tradicional para curar diversas dolencias, como asma, diarrea, debilidad, parasitismo, pulmonía, cólicos, tos, etc.
- El aceite extraído de su semilla, en cambio, conocido como Manteca de cacao, es un remedio tópico usual para tratar heridas, erupciones, labios resecos o quebradizos, afecciones dérmicas e incluso la malaria y el reumatismo.
Hay que tener en cuenta que no todos los cacaos son iguales y hay que diferenciar el puro de aquellos sometidos a tratamientos químicos. Consumir cacao puro de forma regular tiene un impacto positivo en la salud y se puede consumir en muchísimas formas como en bebidas o en barras de chocolate como generalmente lo conocemos.
