Por Santiago Campeni
Todos los 26 de marzo se celebra el día mundial del clima, una efeméride que nos recuerda lo fundamental que es trabajar para reducir nuestro impacto en el cambio climático.
Las actividades humanas producen emisiones de gases de efecto invernadero. La industria, la quema de combustibles fósiles, los sistemas de transporte, los cambios de uso del suelo para agricultura y ganadería, la mala gestión de residuos, son algunas de las acciones que contribuyen al cambio climático.
Este fenómeno exacerba los eventos climáticos extremos, aumentando su intensidad y duración. El ejemplo más reciente lo tenemos en Argentina, en la región de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, donde las temperaturas alcanzaron récords no vistos desde 1906.
Las olas de calor fueron 9 en el pasado verano, y la última vivida afectó a cientos de personas que residen en CABA. es fundamental que las ciudades trabajen en adaptarse a estos fenómenos climáticos extremos promoviendo una mayor cantidad de espacios verdes, que además de bajar la temperatura de las ciudades al producir sombra y reducir la cantidad de cemento que almacena más calor, generan una mejor calidad de aire y almacenan carbono.
La importancia de los espacios verdes en un contexto de aumento de las temperaturas mundiales podemos verla en el Jardín Botánico de la CABA. Desde la Agencia de Protección Ambiental lo declararon como el primer refugio climático de la ciudad, ya que frente a las olas de claro vividas, dentro del jardín por la vegetación existente se tiene en promedio unos 4,8°C menos.
También ante este evento climático de olas de calor y temperaturas que rompieron récords, el Servicio Meteorológico Nacional debió agregar un nuevo color al mapa de temperaturas.
El aumento de las temperaturas no solo se traduce en riesgos para la salud física, sino también puede generar trastornos mentales aumentando la irritabilidad, el estrés y la agresividad. Otro efecto que se ve es que aumentan las consultas en urgencias psiquiátricas.
El último informe presentado por el Panel Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático, un grupo de científico intergubernamental que analiza las causas y consecuencias del cambio climático, avisa que la ventana de acción para limitar el aumento de la temperatura media global a 1,5°C por encima de niveles preindustriales se agota. Las decisiones que se tomen los siguientes años serán cruciales para ver en qué escenario climático viviremos. Para 2030 la humanidad deberá reducir a la mitad sus emisiones si no quiere que las olas de calor como la experimentada en Argentina, sean moneda corriente.
