Por Bautista Diaz
Frecuentemente, la naturaleza, sin demasiado esfuerzo, genera cuestiones que la ciencia se esfuerza por descifrar. Históricamente, existió una gran duda sobre como las ballenas, delfines y demás mamíferos que habitan en el mar dormían, ya que, como nosotros, necesitan salir a la superficie a respira, además de exponerse a depredadores y perder el calor corporal.
El avance de las investigaciones y la tecnología permite estudiar en profundidad los comportamientos de sociedades animales en otros hábitats. A continuación, profundizaremos en el tema.
Una técnica que emplean los mamíferos marinos para conciliar el sueño se llama «sueño unihemisférico«, y consiste en «apagar» la mitad de su cerebro mientras la otra parte funciona, y luego alternar. De esta forma, los animales se permiten descansar y, al mismo tiempo, mantenerse alerta en su entorno.
Patrick Miller, biólogo británico, es un investigador que indagó en este comportamiento, y explicó: «El sueño unihemisférico es realmente valioso para estos animales porque les permite mantener un bajo nivel de actividad mientras siguen durmiendo la mitad de su cerebro a la vez».
Los mamíferos con una capacidad más desarrollada para actuar de esta forma son los delfines, aunque no es exclusivo de ellos. Es sabido que las aves también emplean el sueño unihemisférico; básicamente, dormir con un ojo abierto.
Sin embargo, no todos los cetáceos son capaces de descansar un hemisferio cerebral a la vez, y simplemente utilizan el sueño bihemisférico, como la mayoría de los mamíferos y, lógicamente, los humanos.
Mientras esto sucede, es muy normal que manadas enteras de ballenas se posicionen con el hocico hacia arriba, pegado a la superficie del océano, sin emitir respuesta alguna sobre su entorno, lo que permite descifrar que se encuentran en sueño profundo. Estos animales pueden hacer esto sólamente durante 20 minutos, tiempo que pueden pasar sin salir a tomar aire.
«Es realmente difícil medir la actividad cerebral de animales en el mar que no se pueden capturar, como un cachalote, una ballena azul o una ballena jorobada. En ese caso, los registros de comportamiento son nuestro mejor indicador del comportamiento del sueño» continúa detallando Miller.
Otros mamíferos, como los elefantes marinos y las focas, también entran en sueño profundo, sumergidas en unos 300 metros de la superficie marina, aunque, para evitar depredadores, disminuyen su tiempo diario de sueño a 2 horas, que es el tiempo de sueño más corto entre todos los mamíferos, empatado con el elefante africano.
