Por Juana D.D.
Las terapias naturales, el poder medicinal de las plantas y métodos que nos proporciona la naturaleza para mejorar nuestra salud nunca dejan de usarse. Son cosas que trascienden las modas y seguramente sea por la efectividad de las mismas.
De las plantas se pueden extraer muchísimos elementos que pueden derivar en alimentos, medicinas, cosmética, materiales, etc. Los aceites esenciales y tinturas madres derivan con un proceso de extracción más fino y el fin de los mismos es aprovechar las propiedades de la planta al máximo.
Vamos a detenernos y entender que son los aceites esenciales antes de vincularlos a la salud. Dependiendo de cómo estén compuestos, podemos hablar de beneficios, neutralidad o incluso perjuicios. Los aceites esenciales son la unión de la fina extracción de los principios activos de las plantas. (son las moléculas que deseamos extraer de las plantas para hacer uso de sus propiedades terapéuticas) combinados con otros tanto naturales como sintéticos.
Para hacer estos aceites la destilación por arrastre por vapor es el método más común. Para hacerlo caseramente se debe realizar una decocción herbal en agua, hervir y reposar (la cantidad de tiempo indicada según la planta a tratar),luego la decocción se cuela y se coloca en otro recipiente con la misma cantidad de aceite, se hierve nuevamente a fuego lento hasta que el agua se evapora y solo queda el aceite. Con la maquinaria adecuada la materia prima únicamente entra en contacto con vapor de agua, sin la necesidad de agregar solventes químicos, lo que asegura un aceite esencial de alta calidad.
Otro método es hacer un macerado que es básicamente colocar el material vegetal, en este caso la planta, en aceite para extraer sus propiedades. Se deja reposar la mezcla varios días, según el caso, en frascos de vidrio hermético en lugares específicos. Esta mezcla se agita suavemente siempre que puedas y finalmente se filtra. Para otros preparados como el hidrolato o tintura madre se usa agua o alcohol. Claramente no todas las plantas tienen los mismos principios activos, por ende, no todos los aceites esenciales se extraen de igual manera.
Y ¿cómo se usan y para qué sirven? Los aceites esenciales actúan a diferentes niveles en nuestro cuerpo en función de lo que necesitemos.
Medicinalmente hay tres distintas maneras en las que se pueden administrar:
– Por vía tópica: es decir, que se absorbe a través de la piel. Es la vía preferente en la aromaterapia debido a la gran absorción que presentan. En función del aceite esencial que vayamos a utilizar, tendremos que tener en cuenta si es mejor aplicarlo puro o diluido para no presentar sensibilidad en la piel.
– Por vía oral: específica para tratar infecciones internas, digestivas, curas depurativas y una acción muy rápida. En este caso, esta vía de administración está contraindicada en embarazadas, mujeres lactantes y niños menores de 6 años.
– Por vía inhalatoria: donde hacemos especial hincapié en el uso de los difusores, para tratar patologías respiratorias y de relajación, sobre todo. La inhalación directa no está aconsejada para asmáticos.
También se usan a un nivel complementario en otros ámbitos no necesariamente medicinales, como complemento para masajes o para cosmética.
Aca te dejamos una lista de 5 aceites esenciales fáciles de conseguir y su propiedades:
- Aceite esencial de eucalipto: facilita la respiración, ya sea porque estemos resfriados o simplemente queramos abrir más nuestras vías respiratorias. También puede ser un buen repelente de mosquitos. Estimula las defensas del organismo.
- Aceite esencial de lavanda: tiene propiedades antibacterianas y antimicóticas. Se usa para cicatrizar heridas y quemaduras, y para tratar picaduras de insectos, dermatitis, caspa, hongos y verrugas. Es antiespasmódico con lo que resulta útil en el tratamiento de infecciones leves de garganta y bronquios. Es antiinflamatorio y es el aceite relajador por excelencia.
- Aceite esencial de Tea Tree o Árbol de té: Uno de sus usos más comunes es tratar el acné. Además, el aceite de árbol de té se puede usar directamente para curar granitos y espinillas y que desaparezcan antes de tiempo y no dejen marcas. Es un potente antiséptico, así que viene de maravilla para curar heridas, quemaduras y ampollas. Como es antifúngico, también sirve para tratar problemas de hongos en los pies o las uñas.
- Aceite esencial de jojoba: El aceite de jojoba penetra muy bien en la piel, tiene además propiedades antioxidantes y se considera un producto muy valioso para prevenir las arrugas y neutralizar los radicales libres. También se recomienda mucho como remedio para el acné y para tratar pieles grasas y sensibles. Es un excelente aliado para el pelo ya que tiene actividad antibacteriana, antiproliferativa y antimicótica, lo que puede ayudar a evitar la caspa e infecciones en el cuero cabelludo y gracias a su contenido de vitamina E y los ácidos grasos y minerales que contiene este aceite natural es excelente para revitalizar el cabello.
- Aceite esencial de romero: El aceite de romero cuenta con propiedades calmantes y antiinflamatorias por lo que es un remedio muy útil ya que suele aliviar los dolores musculares, las zonas sobrecargadas y la inflamación provocada en algunas lesiones de esta índole, como es el caso de los esguinces. Es un gran protector frente a los efectos del envejecimiento, y otro gran aliado de la piel. A la hora de tratar patologías respiratorias también hay que tenerlo en cuenta gracias a sus efectos descongestionantes.
Ahora que ya sabes que los aceites esenciales son más que un rico aroma y se puede usar de diversas maneras, animate a incorporarlos y aprovechar el gran beneficio de las plantas.
