Por Juana D.D.
El Environmental Working Group (EWG) es una organización activista estadounidense sin fines de lucro, que se especializa en investigación y defensa en las áreas de subsidios agrícolas, químicos tóxicos, contaminantes del agua potable y responsabilidad corporativa.
Todos los años el Departamento de Agricultura y la FDA de Estados Unidos realiza un testeo en más de 35.000 muestras de las 47 frutas y verduras más consumidas en el mundo.
A partir de estos datos el EWG crea una guía para consumidores que se actualiza todos los años que se divide en tres: Los 12 alimentos más contaminados (Dirty Dozen™), los 19 alimentos que no llegan a estar en ninguna de las dos listas ( Tested for, but not on either list) y por último los 15 limpios de pesticidas y agrotóxicos (Clean 15™).
La docena sucia, son los alimentos que de ser posible, deberíamos comprarlos orgánicos. Los productos de esta lista mostraron más de 210 tipos de agroquímicos y pesticidas que al consumirlos nos generan un gran daño en la salud.
Al ingerir estos alimentos tratados con plaguicidas se alteran las bacterias de nuestra microbiota y eso nos predispone para muchísimas complicaciones en la digestión y en la respuesta inmune del cuerpo, haciéndolo más susceptible a enfermedades como el cáncer, síntomas mutagénicos, respuestas negativas sobre la reproducción causando efectos neurotóxicos e inmunosupresores.
Por eso es muy importante tratar de conseguir estos alimentos lo más limpios posibles. los 12 productos más contaminados son:
- Frutilla
- Espinaca
- Kale y coles rizadas
- Duraznos
- Peras
- Nectarina
- Manzana
- Uvas
- Pimientos
- Cerezas
- Arándanos
- Chauchas
Por otro lado, dentro de los 15 limpios de plaguicidas se encuentran:
- Paltas
- Choclo
- Ananá
- Cebolla
- Papaya
- Arvejas
- Espárragos
- Melón
- Kiwi
- Repollo
- Hongos
- Mangos
- Batatas
- Sandías
- Zanahorias
Ahora que conoces la lista, podes ir a comprar los productos orgánicos recomendados en los mercados agroecológicos, a un productor local o en el mejor de los casos, plantar tus propias variedades.
No hay nada más importante que ser un consumidor consciente, ya que todo lo estamos llevando a nuestro cuerpo y tenemos que tomar la responsabilidad y soberanía alimentaria que las grandes industrias y mercados no toman. La alimentación no debería ser dañina.