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El cambio climático aumenta la circulación de dengue en el país

Por Santiago Campeni

 El cambio climático ya tiene efectos concretos en nuestro día a día. Algunos más claros como olas de calor más extensas y con mayores temperaturas, o inundaciones más severas. Pero algunos efectos no son tan fáciles de percibir, como es el caso del aumento de las enfermedades transmitidas por vectores, producto del aumento de las temperaturas. 

El dengue es una de las enfermedades que son transmitidas por vectores, que aumentan su distribución geográfica producto del cambio climático. Esta enfermedad es transmitida por el mosquito Aedes aegypti y genera síntomas como fiebre alta, dolor en las articulaciones y detrás de los ojos, vómitos y diarrea, pudiendo en los casos más graves causar hemorragias y llevar a la muerte, producto de la picadura del insecto. 

La distribución del mosquito ha aumentado producto del aumento de la temperatura media global, ya que las larvas de los mosquitos y los adultos sobreviven en climas cálidos y húmedos. Si antes el dengue, y otras enfermedades transmitidas por mosquitos como el zika y el chikunguña eran endémicas de zonas tropicales, ahora comienzan a registrarse casos en latitudes subtropicales debido a las mayores temperaturas registradas por el cambio climático. 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el dengue es endémico en 100 países, pero podría pasar a estar en 29 países más por los efectos del cambio climático. La OMS ha advertido que la mitad de la población mundial está en riesgo de contraer la enfermedad, si no se actúa para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. 

Sin ir más lejos, la pandemia de coronavirus vivida que afectó a todo el mundo en 2020 fue producto de una zoonosis, enfermedades que se ven aumentadas por las problemáticas ambientales, entre ellas el cambio climático. 

No solo la región de América Latina está en riesgo por esta enfermedad. Continentes como África, Asia e incluso Europa ya cuentan con casos de circulación local del mosquito Aedes aegypti, como es el caso de Francia y Croacia que registraron casos locales en 2010.

Argentina está teniendo tasas muy altas de casos de dengue en la actualidad. Según datos del Ministerio de Salud hasta el 1 de abril se notificaron en el país 28.235 casos de dengue, de los cuales 25.419 adquirieron la infección en la Argentina. 

Nuestro pais tiene un fenómeno más que podría estar agravando la situación epidemiológica de la enfermedad, que es la aplicación de herbicidas como el glifosato en los campos de soja. La aplicación de este agroquímico, que tiene el récord de uso a nivel mundial aplicando 15 litros por hectárea de glifosato, genera daños y mata anfibios como sapos y ranas. Estos animales actúan como predadores naturales de los mosquitos, generando un control natural de las poblaciones de estos vectores. 

El daño que producen los herbicidas fue demostrado en el estudio “The impact of insecticides and herbicides on the biodiversity and productivity of aquatic communities” publicado por el científico Rick Relyea. En el paper se menciona que el glifosato reduce en un 70% la riqueza de especies de renacuajos. Por lo tanto, al efecto del cambio climático que aumenta la distribución del mosquito, deberíamos sumarle una reducción en sus predadores naturales, lo que aumentaría aún más las poblaciones de vectores que pueden transmitir dengue.