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Proyecto Willow: El plan de explotación petrolera en Alaska que aprobó Biden

Por Bautista Diaz

Joe Biden, actual presidente de Estados Unidos, dió luz verde a una versión reducida de un megaproyecto llamado «Willow» de perforación de petróleo y gas en Alaska, ejecutado por el gigante petrolero ConocoPhillips, que costaría 6.000 millones de dólares y tiene como objetivo extraer 180.000 barriles de petróleo por día.

El gobierno estadounidense alegó que el controversial proyecto generaría importantes ingresos para combatir el declive económico que sufre Alaska. También argumentaron que impulsará la producción locanl, generando miles de empleos y disminuyendo la dependencia del petróleo extranjero que padece Estados Unidos.

Sin embargo, organizaciones ambientalistas de todo el mundo se manifestaron en contra de esta iniciativa, que hasta en su primera versión de menor escala, generaría un enorme daño al ecosistema de la región .

Las actividades de extracción de la zona de North Slope, Alaska, generarán hasta 278 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente (o CO2e, unidad utilizada para expresar el impacto climático de todos los gases de efecto invernadero juntos) durante su vida útil de 30 años, el equivalente a agregar dos millones de automóviles a las carreteras estadounidenses cada año, según las estimaciones de la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos.

Más de tres millones de personas firmaron una petición de Change.org para detener el Proyecto Willow.

«Mientras que los ejecutivos de fuera del estado obtienen ganancias récord, los residentes locales deben lidiar con los impactos perjudiciales de estar rodeados de operaciones de perforación masivas«, afirmó Sonny Ahk, un joven activista de Alaska que hizo campaña contra el Proyecto.

Kristen Monsell, abogada del Centro para la Diversidad Biológica, también se pronunció en contra del proyecto. «Proteger un área del Ártico para destruir otra no tiene sentido, y no ayudará a las personas y la vida silvestre, que se verán afectadas por esta medida»

Es la segunda vez que la Oficina de Administración de Tierras (BLM) aprueba este polémico proyecto. La primera había sido en 2020, durante el gobierno de Donald Trump, pero fue detenida en 2021 por un juez que lo devolvió para otra revisión del gobierno.

«no habría más perforaciones en tierras federales, punto» fueron las categóricas palabras de Biden durante su presentación como candidato en 2020. Las promesas de su campaña sobre las medidas de cuidado al medioambiente que y de liderar la acción climática se encuentran cada vez más lejanas a los actos del gobierno estadounidense que estamos presenciando en todo el planeta.

La lucha de los activistas y las organizaciones ambientales no va a cesar. El hartazgo de estas medidas indignantes que atenta contra la salud de miles de especies y del futuro de la Tierra se manifiesta en las calles, más fuerte que nunca.